lunes, 11 de mayo de 2015

Medea

Medea

Cuando Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida y reclamaron el vellocino de oro, el rey Eetes les prometió que se lo entregaría sólo si eran capaces de realizar algunos trabajos. En primer lugar Jasón tenía que juntar dos bueyes que desprendían llamaradas de fuego por la boca y cultivar un campo con ellos. Una vez cultivado, debería sembrar en los canales los dientes de dragón que Eetes le dio. Jasón aceptó las condiciones,  aunque sabía que salir a salvo de la prueba le parecía imposible.
Cuando los argonautas llegaron a Creta después de esperar a que Circe purificara a Medea por el asesinato de Apsirto y de atravesar el estrecho de Escila y Caribdis y sobrepasar los dominios de las sirenas, les fue imposible tomar tierra, ya que la isla estaba custodiada por Talos, el gigante de bronce. Talos tenía una única vena que le llegaba desde el cuello al tobillo y que estaba rematada por un clavo que evitaba que se le saliese la sangre. Medea hizo beber al gigante una poción prometiéndole que le haría inmortal, pero que en realidad era un potente somnífero. Después le sacó el clavo y dejó que se desangrara, pudiendo así arribar a Creta.
Jasón y Medea se vieron obligados a dejar Yolco partiendo hacia Corinto, llamados por los habitantes de esta ciudad sobre la que Medea pretendía tener derechos al trono. Allí Jasón pactó con el rey Creonte abandonar a Medea, a la que el rey pretendía expulsar de Corinto, para unirse a su hija la princesa Glauca. Para hacer el máximo daño a Jasón, Medea mató a los dos hijos que habían tenido en común.
También se dice que Jasón había dejado a Medea por Creúsa, que parece ser la propia Glauca, a la que Medea regaló un vestido que al ponérselo se le pegaría al cuerpo y la mataría.

Medea llegó a la ciudad de Atenas, cuyo rey, Egeo, no sólo le ofreció hospitalidad sino que se casó con ella con la esperanza de que sus hechicerías le permitieran concebir un hijo pese a lo avanzado de su edad. La hechicera cumplió sus expectativas, teniendo de él un hijo al que llamaron Medo

lunes, 27 de abril de 2015

Ariadna: La mujer abandonada

Ariadna simboliza a la mujer abandonada sin explicación alguna. La mujer que pese a todo, seguirá enamorada de ese hombre hasta el final de sus días. Ariadna es la hija de Minos y Pasífae, Minos era el Rey de Atenas, que atacó Creta tras la muerte de su hijo Androgeo.
A cambio de paz, los atenienses debían enviar cada nueva años a siete hombres jóvenes y a siete doncellas para alimentar al minotauro, que Minos tenía en un laberinto. Un año, Teseo, el hijo de Egeo, Rey del Ática, se fue voluntariamente con los jóvenes para matar al minotauro y liberar a su pueblo del tributo.
Adriana se enamoró de Teseo a primera vista, y le ofreció su ayuda a cambio de que se casara con ella y la llevara lejos de su terrible padre, donde teseo aceptó. Se fue con Adriana y ella le dio una espada y un ovillo para que pudiera encontrar el camino de salida del laberinto después de matar al minotauro.
Los jóvenes se apresuraron en la huída, pero ella nunca llegó a ver Atenas, la tierra de Teseo. Al llegar a Naxos la abandonó en la playa mientras dormía. 
Ariadna fue especialmente adorada en NaxosDelosChipre y Atenas.

martes, 13 de enero de 2015